Un nutrido número de ciudadanos jerezanos se acercaron hasta
el Alcázar de Jerez para participar de este acto de denuncia sobre la situación
en la que se encuentran millones de personas migrantes. Se vivió un momento de
especial recogimiento con el encendido de velas y varios minutos de silencio al
que siguió la lectura del manifiesto que se indica a continuación. Asimismo se
leyeron algunas lecturas por parte de entidades participantes del Circulo de la Fraternidad.
MANIFIESTO ¿QUIÉN VELA POR LOS REFUGIADOS?
El drama de los refugiados que intentan acceder a territorio
europeo, o que se encuentran varados en países fronterizos como Grecia, es una
cuestión de derechos humanos, que no puede dejar impasible a una ciudad diversa
y acogedora, como en innumerables actos y ocasiones ha demostrado
la ciudad de Jerez y otras tantas
ciudades de España.
Es indudable que existe una cierta solidaridad civil a
través de ONG, fundaciones y diversas entidades, sin embargo no es suficiente
porque el papel de los poderes públicos
es crucial,¿Qué recursos y qué medidas verdaderamente se están tomando para
afrontar este drama? ¿Quién vela por los derechos de los refugiados?
La guerra, la desigualdad, la pobreza, el cambio climático,
la corrupción… han expulsado de sus hogares, a fecha de hoy,a más de 65
millones de desplazados forzosos en todo el mundo, incluyendo más de 21
millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40
millones de desplazados internos.
A estos factores externos se une la nefasta política
migratoria de la UE centrada en el control de flujos y en la externalización de
fronteras. Políticas de migración y asilo que, lejos de dar una respuesta
solidaria, basada en el respeto a los derechos humanos de las personas
migrantes y refugiadas, han puesto en grave riesgo las vidas de miles de
personas convirtiendo el mar Mediterráneo en la mayor fosa común en el mundo
donde han muerto más de 25.000 personas en los últimos 15 años. Aunque no
olvidemos que estas fronteras en Europa no son las únicas ya que la valla de
Ceuta ya ha se ha cobrado muchas vidas y sigue haciéndolo.
De hecho, estas políticas están diseñadas para hacer frente
a esta nueva etapa migratoria y se enfocan hacia una dirección que no es
efectiva, ya que suponen más control, más fronteras y más expulsión, lo que
acaba traduciéndose en más vulnerabilidad, más precariedad y más sufrimiento
para las personas en situación de movilidad. Asimismo tienen como consecuencia
la búsqueda por parte de los refugiados de vías controladas por mafias de
tráfico de seres humanos, que han hecho del sufrimiento un negocio.
La tragedia nos golpea cada día con imágenes que reflejan el
naufragio moral de Europa, incapaces de articular una respuesta humanitaria y
solidaria; es el drama más importante al que se enfrenta el continente.
Pero en definitiva, no es solo una crisis de refugiados. Es
el resultado de una ausencia de políticas de cooperación para el desarrollo que
olvida que detrás de cada decisión de abandonar una casa, un trabajo y una vida
hay una causa de expulsión y personas a las que proteger y garantizar sus
Derechos Humanos.
Las imágenes de las últimas semanas en las que decenas de
miles de personas refugiadas están soportando la actual olade frío polar sin un
techo sobre sus cabezas y los múltiples asaltos a la valla de Ceuta, han puesto
de manifiesto un drama que no es nuevo, ni se circunscribe a un área
determinada de la frontera de la Unión Europea pero que pone de relieve la
necesidad de un plan eficaz e inmediato que disponga las medidas de emergencia
necesarias de cara a garantizar las condiciones mínimas de habitabilidad de
estos migrantes.
La Carta de los Derechos Fundamentales dela Unión Europea,
en sus dos primeros artículos, se compromete a preservar,proteger y respetar la
dignidad humana, así como el Derecho a la vida, dos elementos que se están
poniendo en entredicho. Las expulsiones y devoluciones forzosas de personas, la
detención indiscriminada de solicitantes de protección y asilo, los tratados
bilaterales de la Unión Europea con terceros países vulneran la Convención de
Ginebra sobre el estatuto de los refugiados.
Los centros de acogida se han convertido en centros de
detención, donde se priva de libertad y otros derechos a las personas
refugiadas. Las noticias son cada día más alarmantes, las expulsiones carecen
de garantías. No podemos asistir de manera pasiva a la flagrante vulneración de
derechos fundamentales, de valores y de principios humanitarios básicos.
Mención especial merecen dos colectivos si cabe aún más
vulnerable a los peligros de las rutas migratorias: los niños y las mujeres.
Según datos de UNICEF, uno de cada 200 niños en el mundo está creciendo como
refugiado. Son invisibles para el mundo y están especialmente expuestos a
diferentes modos de explotación.
Por todo ello, hoy, reclamamos al gobierno central y al resto de gobiernos miembros de la UE,
que esté a la altura de las circunstancias, reclamamos que asuma su
responsabilidad y coordine las medidas de cuidado, de ayuda, de defensa de la
dignidad del ser humano sea de donde sea.
-Dar atención, acogida y apoyo a las personas que huyen de
la guerra o la persecución no es únicamente una cuestión de solidaridad, sino
de justicia, y es un imperativo que nace de los compromisos internacionales
adquiridos por España y la UE.
-Es vital garantizar vías de acceso legales, seguras y
efectivas al territorio europeo para las personas refugiadas. Medidas como la
emisión de “visados humanitarios” o la retirada dela exigencia de visado a
colectivos. No requieren grandes cambios legales, sino más bien ser
implementadas como parte de una política coherente. Será la única manera de
detener la terrible masacre que se vive en el Mediterráneo, mar convertido en
una vergonzante fosa común.
-Es fundamental multiplicar el apoyo a los países limítrofes
a las zonas de conflicto, que asumen la mayor parte de la responsabilidad de la
acogida. Por ejemplo, sólo en Líbano se refugian más de un millón de sirios y
sirias, un número tan alto como el total de personas que llegaron por vía
marítima a la UE en 2015.
-La mejor forma de apoyar a las personas refugiadas es
acabar con la necesidad de huir. La resolución de conflictos, la defensa de los
derechos humanos, sociales y civiles, la eliminación de la pobreza y la
promoción de los procesos democráticos deben ser las grandes prioridades de las
relaciones internacionales.
-Es indispensable garantizar una estructura sólida de apoyo
a las personas refugiadas en los países de acogida:agilizando procedimientos,
desarrollando instrumentos jurídicos, garantizando los recursos adecuados,
incidiendo en el acceso al empleo y apostando por la sensibilización social.
-Además, queremos realizar un llamamiento a los países
desarrollados para que no usen la ayuda al desarrollo para financiar los costes
de la acogida a las personas refugiadas dentro de sus fronteras. Pedimos a
todos los países que dejen de condicionar la cooperación al Desarrollo al
control de flujos migratorios.
Hoy encendemos estas velas, que de manera simbólica nos
comprometen a ver que todos y todas tenemos mucho que decir, que denunciar, que
aportar y que sumar en la búsqueda de soluciones que
garanticen el derecho a la vida y nos permitan ser parte del refugio y acogida
que reclamamos.
Nos acordamos de tantas personas que han padecido y padecen,
hoy por hoy, esta dura e injusta realidad, que recorren el éxodo más doloroso
para salvaguardar la vida y al unir
nuestras velas y reflexionar juntos/as, dejemos por un momento que brille la
esperanza, se enciendan las conciencias, en donde podamos creer y crear un mundo justo,
libre, recorriendo el único
camino posible… el camino de la paz y en el que cabemos todos y todas.
Entidades firmantes:
Accem
Alma de África UD
APDHA
Ayuntamiento de Jerez
Beguinas
Cáritas
Ceain
Circulo de la fraternidad
Entreculturas
Hogar La Salle Jerez
Voluntarios por otro Mundo
Tharssisbetel